La familia de Carolina Islas lleva un mes y un día buscándola hasta que recibieron la peor noticia. La mujer murió estrangulada y su cuerpo fue encontrado en una zona boscosa en el estado de Morelos, según informó la Fiscalía estatal. Sus parientes cortaron caminos, peinaron quebradas y caminos; empapelaron la ciudad y las redes sociales con su rostro. Nada. Carolina no apareció. “Viva se la llevaron, viva la queremos”, gritaban sus primos, sus tíos y sus padres. Un mes y un día después, las autoridades confirmaron que el cuerpo de la joven estaba cerca de la carretera que une la localidad de Huitzilac con Santa Martha, a 60 kilómetros de la Ciudad de México, donde desapareció. Las pruebas de ADN, su ropa y pertenencias han terminado de corroborar su identidad. Tenía un tatuaje de mariposa en el brazo izquierdo, blusa negra, pantalón gris, tenis blancos. “Estamos devastados, devastados”, dice Lucía Franco, su prima. La familia tiene previsto velar los restos de la joven este martes en la alcaldía de Tlalpan, al sur de la Ciudad de México, donde residía.
Carolina Islas desapareció el 27 de enero a la salida del bar Mr. Duck del Centro Histórico. En la última imagen de ella aparece con su novio, Iván Guadarrama, quien también había sido reportado como desaparecido en un primer momento. Actualmente se desconoce el paradero del hombre, quien es originario de Toluca y es buscado por las autoridades. Ambos viajaban la noche de aquel 27 de enero en una camioneta Chevrolet color azul marino, con placas PBA-5487. La Fiscalía del Estado de Morelos ha calificado el caso como un feminicidio, dadas las condiciones en las que se encontró el cuerpo. Hasta el momento no hay detenidos. Estamos seguros de que fue [el novio] porque todo ha sido muy sospechoso y la última persona con la que estuvo mi primo fue con él, él es el responsable”, dice Lucía Franco.
Islas llevaba dos años saliendo con Iván Guadarrama, de 32 años. Según el testimonio de su prima, el hombre conocía a los padres, hermanos e hijos de Carolina. Habían vivido juntos en varias ocasiones. La mujer era madre de dos niños, de nueve y siete años, y una niña de seis años. “Carolina venía trabajando de mesera y al rato dejó de trabajar porque su pareja la apoyaba económicamente y ella se dedicaba a cuidar a sus hijos”, cuenta su prima. “Mi tia [la mamá de Carolina] está devastado. No solo acabaron con la vida de Caro, acabaron con el mundo y el sustento de tres pequeños que eran sus hijos y que no tenían la culpa de nada”, dice Franco, emocionado.
El fiscal de Morelos, Uriel Carmona, en declaraciones a los medios de comunicación, explicó que la dependencia que encabeza está considerando entregar el caso a la Fiscalía de la Ciudad de México, donde desapareció la joven, aunque ha ofrecido su colaboración a las autoridades capitalinas. . “Vamos a colaborar, coordinar y trabajar de la mano con la Fiscalía de la Ciudad de México. Siempre lo hemos hecho, nunca hemos tenido una pelea. Realmente lo que ha pasado tiene un trasfondo político, quizás mediático, pero en este caso no hay discusión, entonces estamos trabajando con mucho respeto con la Fiscalía de la Ciudad de México”, dijo el fiscal.
La relación entre ambas dependencias se ha vuelto muy tensa tras la investigación del feminicidio de la joven Ariadna López, asesinada en la Ciudad de México y hallada en la carretera México – Cuernavaca. En una primera autopsia, las autoridades morelenses indicaron que la joven había muerto por aspiración bronquial, mientras que las de la Ciudad de México y la Fiscalía General de la República, que llevaron el caso, indicaron que la niña falleció tras un fuerte traumatismo craneoencefálico. . A la espera de avances en su carpeta, la familia de Carolina solo quiere enterrarla y poder despedirse de ella. No pararán hasta que se haga justicia por su feminicidio. “Esto no para aquí hasta que encontremos al culpable”, dice sobre ella su prima Lucía.
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