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Represión policial cobra su primera muerte en Lima | Internacional

Un cuerpo acaba de desplomarse frente a las cámaras de televisión de un canal de cable. Faltan diez minutos para las ocho de la noche, en la avenida Abancay, en el centro de Lima, y ​​un grupo de manifestantes está en la acera, mirando a la Policía. No están tirando piedras, ni botellas, ni nada. Detrás, un humo tóxico compone el cuadro de una escena de guerra. Entonces, se escucha un ruido y un hombre cae al suelo. La gente grita: “Bala, bala, bala”, mientras un charco de sangre empieza a manchar la acera. En lugar de denunciar el atentado, el director de cámara de Canal N pide cambiar de encuadre, y no vuelve al punto. Entonces la transmisión fue interrumpida.

Las únicas imágenes que están disponibles son las de las personas. Luego se puede ver cómo se llevan a Taine Isidoro Bedon Maguiña (47 años), gravemente herido e inconsciente en una camilla, con un vendaje que le cubre toda la frente. Le habían disparado en la cabeza y el impacto lo tumbó. Las brigadas de voluntarios lo trasladaron al Hospital de Urgencias Grau de EsSalud. Y fue allí donde se instaló un nutrido grupo de manifestantes, que media hora después fue retirado por la policía con bastones. Por la gravedad de sus lesiones fue trasladado al Hospital Guillermo Almenara. Su pronóstico es reservado: tiene una lesión cerebral.

Pero no sería lo más trágico de la noche: Víctor Santisteban Yacsavilca (55 años) se convirtió en el primer fallecido en Lima, la capital. Solo existe un video de él donde los rescatistas lo cargan en una sábana y lo suben a un taxi, en las inmediaciones de la Plaza San Martín. A él también le dispararon en la cabeza, pero fue a tan corta distancia que lo mataron. El doctor Antonio Quispe, quien ocupó un cargo público en el Ministerio de Salud y actualmente coordina las brigadas médicas que están brindando asistencia en las movilizaciones, es contundente: “Hicimos lo que pudimos pero el paciente tenía un traumatismo craneoencefálico severo con exposición de un cerebro. masa. En simple, le volaron los sesos”, lamentó en su cuenta de Twitter. Posteriormente, la Defensoría del Pueblo confirmó la muerte.

La jornada fue la más represiva de la semana. Se han registrado trece civiles heridos. Del lado de la policía, al menos cuatro están heridos. Asimismo, se han reportado ataques contra periodistas, como en días anteriores. Además, los agentes detuvieron a quince manifestantes.

Mientras el centro de Lima se convertía en un multitudinario desfile de indignación y valentía, en Jesús María, en la Avenida de la Peruanidad, se realizaba el denominado “Concierto por la Paz” de colectivos que se oponen al reclamo ciudadano que exige la renuncia de la presidenta Dina. Boluarte, el adelanto de las elecciones y el cambio de Constitución. La convocatoria no fue masiva. El sábado llega a su fin con el primer manifestante que pierde la vida en Lima. No sucedía desde las protestas de noviembre durante el breve gobierno de Manuel Merino, quien renunció al día siguiente tras la pérdida de dos niños. Según algunos analistas, lo que tanto temía este gobierno que ya lleva sobre sus hombros 58 muertos (47 civiles y un policía por los enfrentamientos, y diez civiles por el bloqueo de las vías).

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