Kendrick Lamar ha logrado un hecho histórico en el Super Bowl 2025 al ser el primer rapero en solitario que lidera el show de medio tiempo, un evento de resonancia mundial observado por millones. Su espectáculo no solo destacó por su increíble talento y vitalidad, sino que también reflejó su desarrollo artístico, demostrando que no existe escenario que lo limite. Con su estilo inigualable, Lamar llevó a la audiencia a las calles de Compton, el lugar donde su trayectoria dio inicio y donde se formó como una de las voces más vanguardistas del rap.
El espectáculo de Kendrick Lamar incluyó una selección de canciones que recorrieron su carrera, pero la que más impactó a la audiencia fue “Not Like Us”, un tema que se lanzó en mayo de 2024 y que para finales de ese año ya había alcanzado el estatus de fenómeno cultural. La canción no solo encabezó las listas y fue un éxito en las plataformas de streaming, sino que también estuvo envuelta en una polémica que enfrentó a Lamar con Drake. Durante este año, ambos raperos se enfrascaron en un conflicto público, impulsado por temas como la rivalidad por la supremacía en el rap y acusaciones de difamación.
La disputa, que empezó a intensificarse con la salida de “Not Like Us”, llegó a su clímax durante la actuación de Kendrick. En el show, Lamar se permitió aludir directamente a su adversario, incluyendo en su presentación una de las frases más polémicas del tema. La alusión a las acusaciones sobre preferencias personales que había vertido en sus letras causó un inmediato revuelo entre los asistentes, quienes cantaron la canción con gran entusiasmo.
Este suceso no solo fue un choque musical, sino también una manifestación de cultura e identidad. La participación de Serena Williams en el escenario, bailando y formando parte de la coreografía, añadió un nivel adicional de simbolismo a la presentación. La conexión entre Williams y Drake, que había sido objeto de discusión anteriormente, fue retomada en esta actuación como parte de la crítica social y la revancha artística de Kendrick. La atleta, cuyo inicio profesional se dio en Compton, se unió a Lamar no solo como amiga, sino como aliada en su respuesta al rapero canadiense.
La selección del escenario y los símbolos incorporados en el espectáculo también tuvieron un gran significado. Kendrick inició su presentación sobre un Buick GNX, un automóvil que se volvió icónico en la costa oeste y que, al igual que Lamar, fue fabricado en 1987. El coche, junto con la vestimenta y la coreografía, se transformaron en elementos esenciales para destacar la profunda conexión de Lamar con sus orígenes y su tierra natal.
La elección del lugar y los símbolos presentes en el show también fueron significativos. Kendrick comenzó su actuación sobre un Buick GNX, un modelo de coche que se convirtió en un ícono de la costa oeste y que, al igual que Lamar, fue creado en 1987. El coche, junto con el vestuario y la coreografía, se convirtieron en elementos clave para mostrar la profunda conexión de Lamar con sus raíces y su ciudad natal.
La influencia de Kendrick Lamar en la música y la cultura contemporánea es innegable, y esta actuación en el Super Bowl no solo consolidó su estatus como uno de los artistas más importantes de su generación, sino que también sirvió para resolver cuentas pendientes con sus competidores de una manera que solo un genio artístico como él sabe hacer. A lo largo de su carrera, Lamar ha demostrado ser un innovador, y esta presentación, con su mezcla de crítica social, cultura popular y destreza artística, solo confirma su lugar en la historia.