Servicios Católicos de Socorro es la agencia humanitaria internacional oficial de la comunidad católica en los Estados Unidos. Estamos motivados por el ejemplo de Jesucristo para ayudar a las personas pobres y que sufren en más de 100 países sobre la base de la necesidad, independientemente de su raza, religión o nacionalidad. Estos programas afectan a más de 140 millones de vidas. CRS sirve a los católicos en los Estados Unidos a través de campañas de promoción innovadoras resolver los complejos problemas que enfrenta nuestro mundo.
Los eventos de empaque de comidas de CRS Helping Hands son una asociación entre Servicios Católicos de Socorro y Levántate contra el hambre. Arraigados en nuestro llamado como discípulos misioneros de ser las manos y los pies de Cristo en el mundo, los voluntarios trabajan juntos para empacar comidas para niños y familias en más de 40 países. CRS proporciona recursos y asistencia para eventos, y Rise Against Hunger proporciona alimentos, suministros, gestión de eventos y experiencia en logística. Para cada evento de Helping Hands, se realiza una donación a CRS para proyectos de desarrollo que ayuden a las comunidades a desarrollar e implementar proyectos sostenibles que reduzcan la pobreza. Desde su inicio, los voluntarios han empaquetado más de 11 millones de comidas para comunidades de todo el mundo y han apoyado múltiples proyectos de sostenibilidad para aumentar la disponibilidad y el acceso a los alimentos para los más vulnerables.
En la actualidad, muchas familias temen por su vida. COVID-19 ha devastado sus vidas y medios de subsistencia. Las sequías provocaron malas cosechas y hambruna. Y la violencia de las pandillas y los cárteles de la droga han dejado a muchos jóvenes y sus padres viviendo con miedo constante.
Cuando hace una donación a Catholic Relief Services hoy, está ayudando a familias, muchas de ellas con niños, que enfrentan dificultades inimaginables y múltiples emergencias a la vez. En su país de origen, su donación ayuda a proporcionar alimentos y refugio de emergencia, protege a los niños del tráfico en la escuela y ayuda a los jóvenes a mantenerse alejados de las pandillas en algunos de los barrios más difíciles. El apoyo ayuda a crear mayor seguridad y oportunidad para que las familias no sientan la urgencia de huir de sus hogares y países.
Para los migrantes que han huido en busca de un refugio seguro y una oportunidad, su donación apoya una red de 35 refugios locales y basados en la fe en Guatemala y México. Allí, familias en extrema vulnerabilidad reciben el alivio de un lugar seguro y digno para dormir, descansar, comer y asearse. También se benefician de asesoramiento psicológico, legal y médico. También se brinda asistencia si son enviados de regreso a su país de origen.